Isabel Morales Ortiz

Mrs. Isabel “Chave” Morales Ortiz, daughter of the late Pablo Morales and Paula Ortiz of Ponce, PR, was born June 30th, 1946, and went into the arms of the Lord on April 14th, 2024.

She was united in holy matrimony on January 26, 1963, to Miguel A. Nazario Torres.

Isabel is survived by her husband Miguel A. Nazario Torres, her sisters Ana, Nancy and Norma and her four children, Claribel Parks, Mabel Nazario, Mariel Schmidt and Miguel Nazario Jr, her eleven grandchildren and eleven great grandchildren-too numerous to name, but all loved equally.  

She was a loyal and dedicated wife that shared her life with Miguel for sixty-three years and loved him to the very end. A devoted Catholic, Isabel loved the Lord, to sew, cook, garden, and most importantly spend time with her family.

Isabel devoted her life to her family by caring for and assisting in raising her grandchildren and great-grandchildren. It was her love and dedication that led to the success of her family. The love, kindness and help that she gave to her family left a deep impression that will be felt by her family for eternity. Her influence will forever remain in the lives of all who knew her, and her beautiful life will be cherished by her family and all who came to know her.

Waiting for her at the Doors to Heaven are her parents Pablo and Paula, her brothers Edwin, Heriberto, Efrain and Wilfredo.

La Sra. Isabel “Chave” Morales Ortiz, hija del difunto Pablo Morales y Paula Ortiz de Ponce, PR, nació el 30 de junio de 1946 y se fue a los brazos del Señor el 14 de abril de 2024. 

Se unió en santo matrimonio el 26 de enero de 1963 con Miguel A. Nazario Torres. 

A Isabel le sobreviven su esposo Miguel A. Nazario Torres, sus hermanas Ana, Nancy y Norma y sus cuatro hijos, Claribel Parks, Mabel Nazario, Mariel Schmidt y Miguel Nazario Jr., sus once nietos y once bisnietos, demasiado numerosos para nombrarlos, pero todos amados por igual. 

Fue una esposa leal y dedicada que compartió su vida con Miguel durante sesenta y tres años y lo amó hasta el final. Una católica devota, Isabel amaba al Señor, coser, cocinar, trabajar en el jardín y, lo más importante, pasar tiempo con su familia. Isabel dedicó su vida a su familia cuidando y ayudando a criar a sus nietos y bisnietos. Fue su amor y dedicación lo que llevó al éxito de su familia. El amor, la bondad y la ayuda que brindó a su familia dejaron una profunda impresión que será sentida por su familia por la eternidad. Su influencia permanecerá para siempre en la vida de todos los que la conocieron, y su hermosa vida será apreciada por su familia y todos los que la conocieron. 

La esperan en las Puertas del Cielo sus padres Pablo y Paula, sus hermanos Edwin, Heriberto, Efraín y Wilfredo.